La recogida de setas es una estupenda actividad para disfrutar paseando por el bosque descubriendo su ecosistema. Si acompañamos la búsqueda de setas con un alojamiento en una casa rural estamos practicando turismo micológico para disfrutarlo en familia o con amigos.
Las setas son los cuerpos de hongos de distintas especies que tienen forma de sombrilla sostenida por una rama carnosa denominada pedicelo. Las setas pueden ser comestibles o venenosas. Entre las setas comestibles encontramos ejemplos como champiñones, gurumelos, níscalos y oronjas.
La temporada idónea para recoger setas es el otoño puesto que las temperaturas se suavizan y aumenta la humedad con la llegada de las lluvias. Las setas crecen en bosques con ambientes húmedos, vegetación frondosa y con poco luz. Normalmente los encinares, hayedos y pinares son lugares apropiados para el crecimiento de setas.
La recolección de setas está regulada. Por esta razón en algunas zonas es necesario un permiso que puede ser un carnet de buscador de setas o una autorización.
Respecto al equipamiento para la recolección de setas necesitaremos:
- Una cesta de mimbre para depositar las setas, transportarlas y permitir que se caigan las esporas.
- Un cuchillo o navaja para cortar el pie de la seta con cuidado, no destruyendo el micelio, que es la parte subterránea de la seta y retirar los restos de tierra.
Por último, hay que tener en cuenta que para realizar esta actividad debemos poseer ciertos conocimientos para identificar si las setas son comestibles o venenosas. Ante la duda, consultaremos a expertos en la materia o simplemente las desecharemos.
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